Valledupar, 21 de enero del 2023.
Hoy enalteciendo, a un Vallenato: Solidario, Altruista, Desinteresado, Educador, Generoso, Leal, de Valores y Principios, con grandes dotes de Gratitud, Ciudadano, Ejemplar, Servicial, ah…. Y Fundador del Prestigioso Colegio Ateneo El Rosario en el Año 1963, un Proyecto a 50 años, para Formar Líderes, sus pilares eran “Ciencia y Virtud”.
CESAR POMPEYO MENDOZA HINOJOSA.
En la ciudad de los Santos Reyes, del Valle Del Cacique Upar, radiante población que, está situada a orillas del Río Guatapuri: Valledupar Cesar, nace este insigne y preclaro hombre, de estirpe campesino, el cual se caracterizó, por irradiar un gran amor por su familia, por su ciudad, su mayor preocupación fue crear una institución educativa, donde se formaran líderes, que a futuro sacaran esta ciudad adelante.
Nació, un 4 de septiembre, del año 1936, en el hogar conformado por: Cesar Juvenal Mendoza Gutiérrez, un hombre educado por sacerdotes Franciscanos, en la histórica población de La Sierrita, corregimiento del Municipio de San Juan Del Cesar, La Guajira, y Antonia Máxima Hinojosa Mendoza. De este matrimonio nacieron 13 hermanos: Justa, Rosario, Tarsicio, Guido, Rosario, María Antonia, María Del Pilar, Sofía, Esther, Martha, Cecilia, Laureano, Jose, Ángel, Vicente, Francisco, Jesús, Antonio, y Carmen, Julia Mendoza Hinojosa; su esposa lleva por nombre: Lilia Esther Vargas Villareal, con ella trajo al mundo a 4 hijos, Cesar Augusto, Cesar Pompeyo, Liliana Sofía, y Lily Esther. Su fallecimiento ocurrió el 12 de septiembre del año 2003.
César Pompeyo, nace en el barrio Cañaguate de Valledupar, en la casa de Quinche, luego sus padres compraron el lote, cuya casa está en la esquina de la carrera séptima, con el callejón de la Purrututu, en esa casona antigua pasó sus años de infancia, organizaba los juegos de la época, ya se manifestaba su capacidad de liderazgo, jugó al maíz tostao, a las rondas, se vestía de sacerdote y celebraba misas, bautizaba muñecas, también jugaba a las fincas con huesitos, bautizaba muñecas, una infancia hermosísima. Sus estudios de primaria, los realizó en la escuela Parroquial, de la época, dicha escuela más tarde se convirtió en lo que es hoy el Colegio Pablo VI; la secundaria la hizo en el Colegio Nacional Loperena, hasta quinto, como se le decía al décimo en la actualidad, perteneció a la banda de guerra del Loperena, y fue también activo deportista, y un líder muy dinámico de su curso; le tocó trasladarse a la ciudad de Barranquilla para culminar su bachillerato, pues el Loperena aún no expedía diplomas de Bachiller, todos los que estudiaban allí, debían irse a graduar al Liceo Celedón de Santa Marta, al Colegio Pinillos de Mompox, a Medellín, Bogotá, etc., Cesar escogió el Colegio Barranquilla para Varones, de dicha institución es su Diploma de Secundaria, se gradúa en el año 1955. En Barranquilla continuó con su alegría, era bailador, amante de los carnavales, se dejó crecer el copete, que estaba de moda en ese tiempo, un muchacho sano, pero muy contento.
Terminó su secundaria, y percibió que no existían condiciones para irse para la Universidad en ese momento, prefirió dedicarse a la organización de la finca, que tenía su padre por la región de azúcar buena, e incluso, pensó que sus inclinaciones por una carrera universitaria podrían ser alrededor de la Agronomía, pues, le metió el pecho a la agricultura, y a la ganadería, colaborándole a su progenitor en estos menesteres, pero algo importante, cuando se graduó de bachiller, había quedado preseleccionado para prestar el servicio militar, y al cabo de unos meses lo requirieron, se fue a servirle a la patria, pagó el servicio en Bogotá con honores, fue guardia Presidencial, en el famoso batallón de Infantería: Miguel Antonio Caro “MAC”, cuando culmina su servicio militar, retorna a sus labores agropecuarias, y un día cualquiera, en el camino que conduce a la finca, se encuentra con el profesor: Leónidas Acuña, quien era propietario de El Colegio El Carmen de Valledupar, le pregunta, ¿para dónde vas? Cesar le responde para el monte, a unas tierras que tiene mi padre y le colaboro, el profe Acuña, le comenta, tu Papá fue un gran profesor, y me asalta la idea que también tú podrías serlo, porque no me apoyas en mi colegio, a lo que Cesar responde, ombe ya tengo mi proyecto de trabajar con mi Papá, lo voy a pensar y luego te comento, pasaron varios días y luego de hablar con sus padres y hermanos decide aceptar y laborar con el profesor Acuña en su colegio, así inicia su carrera triunfadora de docente, el invitado de hoy a Mi Crónica Sabatina. Ya en lides de maestro, decide prepararse mejor, le tomó cariño a la docencia, acude a su vecino del Cañaguate, Aníbal Martínez Zuleta, quien estaba de secretario de Gobierno del Departamento Del Magdalena, en Santa Marta, no existían todavía los Departamentos del Cesar y La Guajira, le comenta que desea estudiar, el Dr. Aníbal lo direcciona a la secretaria de Educación, donde le dijeron que había disponible una beca para Tunja Boyacá, y le otorgaron dicha beca, la Universidad se llama Universidad Pedagógica y Tecnológica de Tunja, en esta reconocida institución estudia: Educación y Filosofía, y define que su vocación es ser Pedagogo, se prepara muy bien y al regresar ya trae en mente la creación de un Colegio, que se llamaría Ateneo El Rosario, a sus hermanas les había sugerido que estudiaran en la Normal de Santa Marta, pues el proyecto era de Familia, su padre fue asesor pedagógico, y su madre administró el internado, pues también prestaron ese servicio, la mayoría de los hermanos participaron en aquel ambicioso proyecto familiar, todos los que se graduaban eran vinculados como docentes en diferentes materias.
En 1970 sale la primera promoción de bachilleres del prestigioso colegio Ateneo el Rosario.
Hablar de este ilustre hijo de Valledupar en una Crónica es realmente insuficiente, se quedan muchas cosas por mencionar, y precisamente su adorada esposa, está escribiendo un libro, donde explica y da a conocer a quienes no tuvimos el honor de conocerlo personalmente su grandiosa vida y obra, esperamos esta publicación ansiosamente. Nos cuenta su esposa una anécdota inédita, del profesor Checha como le decían por cariño, a Cesar lo expulsaron de la Universidad de Tunja, lo acusaban de comunista, pues junto a otros estudiantes reclamaban una serie de ajustes académicos que necesitaba el claustro, hubo huelga, paros, y revueltas y participó activamente de estos movimientos estudiantiles, era un elocuente orador, el paro se trasladó a Bogotá y la Universidad Nacional les apoyó y se unió a la parálisis, se vino a la Universidad La Javeriana De Bogotá, y solicitó cupo, pues deseaba culminar su carrera, el movimiento siguió en Tunja y exigían el reintegro para culminar las protestas, le admitieron en la Javeriana, en Tunja no se explicaban como a un estudiante comunista revolucionario lo había aceptado una Universidad de sacerdotes católicos jesuitas, al final lo reintegraron en Tunja y regresa triunfante, pues todas las justas peticiones su movimiento estudiantil las había conseguido, mejoró sustancialmente la Universidad de Tunja, gracias a esta organizada revolución que Cesar y varios compañeros más realizaron.
VIDA PROFESIONAL: Licenciado en Ciencias de La Educación y Filosofía, de La Universidad Pedagógica de Tunja, 1962.
Postgrado, programa PNUA-UNESCO. Col 36- Administración Educativa – Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá, 1973.
CARGOS: Director, División de capacitación del Magisterio, (DICMA)
Instituto Colombiano De Pedagogía (INCOLPE) –Seccionales Cesar – Guajira – Fundador Centro Experimental Piloto del Cesar.
Catedrático, Liceo Universitario, Liceo Champunat, Normal Nacional Jose Eusebio Caro, Universidad del Cauca, Popayán.
Docente en: Escuela Industrial, Colegio Prudencia Daza, Colegio Loperena, Colegio El Carmen, Valledupar, Cesar.
Rector Fundador Ateneo El Rosario De Valledupar.
Rector de La Universidad Popular Del Cesar
Perteneció al Club De Leones, Cruz Roja, Academia Colombiana De Pedagogía, Sociedad Bolivariana, Centro de Historia del Cesar, entre otros.
El profesor Cesar con su Colegio el Ateneo El Rosario, logro su propósito de formar grandes profesionales que hoy día son líderes en diferentes campos, el actual presidente de La Corte Suprema De Justicia Dr. Aroldo Quiroz es egresado de esta institución, Tomás Darío Gutiérrez Hinojosa, Elías Ochoa, Román Pavajeau, se formaba bajo el lema de ciencia y virtud, la educación como fuente de superación, Cesar es reconocido como impulsor de su familia, le ayudó a su padre y a su madre, para que todos sus hermanos se hicieran profesionales, gran ciudadano, le tenía un amor enorme a su tierra, en una ocasión le ofrecieron un trabajo en Brasil, y no quiso abandonar su terruño, prefirió quedarse, fue un líder natural de su Valledupar del alma, acogido por varias organizaciones para que fuera su representante.
Existe actualmente en Valledupar un Colegio que tiene el nombre de Cesar Pompeyo Mendoza Hinojosa, como homenaje a este eminente e inolvidable hombre excelsas cualidades.
Una Crónica educativa, didáctica e ilustrativa, la de esta semana, presentando a un maestro de categoría, un apasionado por el servicio, el que ponía su capacidad de liderazgo a disposición de las comunidades, dejaba huellas por doquier, y se preocupaba por hacer siempre bien las cosas, es por ello que su recuerdo perdura, digno de imitar su legado continuará y se mantendrá, pues los hombres buenos nunca mueren, homenaje póstumo a un ser humano integro, cívico y leal, Dios lo tiene a su lado, estoy seguro.
“LA EDUCACIÓN ES LO QUE SOBREVIVE, CUANDO LO QUE SE HA APRENDIDO YA SE HA OLVIDADO”
- Con altura y Firmeza, escribió:
- Dr. JOSE JAIME DAZA HINOJOSA
- “El Juntero Futurista”
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BLOG DEL AUTOR: José Jaime Daza Hinojosa
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