domingo, 7 de marzo de 2021

MAURICIO JOSE DAZA MENDOZA UN JUNTERO EJEMPLAR

 


Mi Crónica Sabatina

Por José Jaime Daza Hinojosa.

Valledupar, Sábado 6 de Marzo del 2021.

Hoy Homenaje a un Tío: Prudente, Generoso, Honrado, Estricto, y Sobre Todo: Correcto en todo el Sentido de la Palabra.

MAURICIO JOSE DAZA MENDOZA.

Nació en La Junta la Guajira el 1 de enero de 1928 y falleció un 1 de Noviembre del año 2005, a la edad de 77 años.

Hijo de José María Daza Cuello y Antonia Mendoza Mendoza (mis abuelos Paternos). Sus hermanos: María, Laudelino, Óscar, Gonzalo, y Pedro Ángel, por parte de Padre: Luis Alberto, Isabel Felicia, Dolores María, Julio César, Sara, Silvia, Raquel, Enrique y Celina.

Contrajo matrimonio el 6 de enero del año 1967 con Nuris María Zequeira Araujo, docente de primaria, Pacífica de pura cepa. De esa unión nació Álvaro José, único hijo de esta bonita pareja; con otra respetada Sra. tuvo a Reinaldo, estos dos hijos heredaron de su Papá la seriedad, honestidad, y constancia en el trabajo; cualidades de las que mi tío Maurio era poseedor en demasía.

Sus estudios de primaria los hizo en su natal La Junta, y a pesar que no hizo bachillerato, fue garante de múltiples conocimientos empíricos en diferentes campos, era un verdadero “Autodidacta”, todo lo que hacía lo realizaba bien, era perfeccionista y no le gustaba equivocarse, cuando se sometía a realizar algo hasta que no estuviera óptimo, excelente no descansaba.

Acompañó a su Padre José María hasta los 18 años, en las labores del campo: agricultura y ganadería; de Él aprendió que se debe trabajar y esforzarse mucho para obtener las cosas anheladas en la vida.

Llega a La Paz César en el año 1946, cuando apenas cumplía los 18 y este pueblo cuna del jilguero: Jorge Oñate lo acogió y quiso como su hijo, fue considerado como un Pacifico más, bautizó más de treinta (30) ahijados, sus compadres y comadres lo querían y respetaban mucho.

Llegó a trabajar como dependiente de un Almacén que se llamaba: Distribuidora La Paz de propiedad de Bernardo Cuello un pariente cercano suyo, este funcionaba en la casa que después fue del prestigioso medico Germán Morón y la distinguida Juntera Lilia Rosa Gutiérrez Maestre. Allí trabajó muchísimos años, hasta que un día don Bernardo le comenta que no piensa seguir con el negocio que se quedara con él. Como nunca había sido liquidado, las cesantías y demás prestaciones servirían como parte de pago de aquel próspero establecimiento comercial, mi tío Maurio aceptó y al poco tiempo le cambio la razón social, lo bautizó “Almacén Variedades “; y con mucho esfuerzo y tesón lo posicionó como uno de los mejores de este próspero y acogedor Municipio del César, en el trabajó por más de 50 años. El almacén fue avaluado en tres mil pesos ($3.000), el negocio se celebró en el año 1966 cumpliendo todos los requisitos de ley, debidamente inventariado y registrado en cámara de comercio, como le gustaban las cosas a mi queridísimo tío.


En La Paz nuestro homenajeado de hoy perteneció a los hermanos del Santísimo; era catalogado como una persona servicial, cordial, sincero y correcto en todas sus apreciaciones.

Fue socio fundador del club de Leones de La Paz Robles, también hizo parte del Concejo Municipal, salió elegido para esta corporación edilicia en el año 1964, y dentro de los logros más importantes que consiguió ostentando esta credencial están: el lote donde se construyó la Normal María Inmaculada de Manaure, el predio donde se edificó el Mercado Publico de La Paz y también consiguió recursos para lo el Centro de Salud del Municipio.

Perteneció a los legionarios de María de La Paz y fue fundador del Partido Conservador en este Municipio, partido este al que le entregó su alma y corazón, era defensor furibundo de este, ya que le apasionaba la política y hablar largo y tendido de ella lo hacía muy feliz.

En el Municipio de La Paz lo consideraban un veterinario en potencia, todos los tratamientos que ordenaba para los animales eran súper efectivos, y siempre tenía el remedio preciso para la cura de los vacunos, caballos y caninos de toda esta región.

En sus años mozos fue muy enamorador y amante del baile, en una ocasión en el corregimiento de Patillal César asistió a una verbena (así le decían a los bailes en aquel tiempo) allí se encontraba una agraciada dama que ningún parejo podía con Ella y llegó mi tío Maurio la sacó a bailar, les hicieron ronda y los aplaudían, la joven gritaba! al fin encontré a un parejo ideal ! este si es verdad que engancha! jajaja. Fue amante de los carnavales y en los días que se celebraban estas festividades siempre que podía se enmaicenaba y le decía a su esposa : mira Nuris esto si es vida ve y soltaba una carcajada .

Mi tío Mauricio era muy familiar, cada vez que tenía oportunidad visitaba a su Junta del alma, y siempre que iba llevaba regalos a sus hermanos : Óscar y Laudelino, lo mismo que a sus padres, afirmaba que disfrutaba visitar a sus parientes y amigos en la tierra que lo vio nacer. Era quien llevaba la banda San Francisco de La Paz a las fiestas de San Antonio y de La Virgen del Carmen a La Junta en esas fechas se presentaba transportado en los mixtos ( buses de la época) Lilia María del sr Gabriel Gutiérrez o en el de el gran Kin Sierra con la banda que acompañaba la misa y las procesiones, en la noche baile hasta el amanecer.

Como olvidar en los meses de Diciembre cuando con mi adorada Madre visitábamos a mi tío Maurio, Él nos recibía con una sonrisa siempre y se esmeraba por atendernos de la mejor manera, al momento de despedirnos mi tío de aguinaldo le regalaba a su cuñada dos (2) galones de pintura para que embelleciera su casa, era distribuidor exclusivo de pinturas Ico, nuestra casa en La Junta sí que quedaba linda con el acabado que daba esta fina pintura.

Dialogue con sus dos hijos : Álvaro José y Reinaldo, ambos conservan recuerdos de su Padre llenos de sapiencia, de emprendimiento, lo describen como un trabajador incansable, cuidaba su salud con esmero, cumplía los tratamientos médicos al pie de la letra.

Su letra era impecable, manejaba la máquina de escribir a la perfección y cuando llegó la moda de las calculadoras el nunca abandonó sus cuentas a lápiz y papel , sus libros de contabilidad los llevaba con un orden sorprendente, en ellos él Debe, el Haber y el Saldo eran manejados con la más cuidadosa transparencia y honestidad, jamás olvidaba un abono, y quien le adeudaba $ 5.000 o cualquier suma allí aparecía, pues se caracterizó por ser honesto a toda prueba, vendía a precios muy cómodos, nunca le gustó excederse en el valor de las cosas; de ahí que en su almacén Variedades era el sitio del Municipio de La Paz y sus alrededores donde se conseguía todo lo que se necesitaba y a los mejores precios, incluso se llegó a decir que vendía más barato que en Valledupar.

Pregunte a su hijo Reinaldo cuál creía El que sería el mayor y mejor legado que dejó su Papá a la juventud de hoy y tajantemente me contestó: “ La Honradez “, mi padre era muy estricto y para El la honradez era esencial practicarla y enseñarla a sus familiares y paisanos, no le quitaba un peso a nadie y quien olvidara algo en su almacén podía regresar con confianza a buscarlo, allí no se perdía nada.

Nos cuenta Álvaro José que su Papá le confesó que en su juventud fue novio de una es esbelta y bonita Juntera quien en una ocasión le preguntó que tenía para ofrecerle, a lo cual El respondió : “ mucho amor y unos ahorritos “ respuesta está que no satisfizo a la agraciada dama y dio’ por terminada la relación. Se marchó para La Paz Robles César y allí se enamoró perdidamente de una respetada y muy querida profesora que en aquel entonces trabajaba en San José de Oriente, luchó por conquistarla, le llevaba serenatas, flores y toda clase de detalles, hasta que le dio la aceptación, desde ese momento se convirtió en el hombre más feliz de la tierra, ya que encontró en esa gran mujer su complemento, con Ella pasó el resto de su vida y solo la muerte los separó.

Una gran lección nos deja esta Crónica, la vida y obra de un hombre analítico, observador, con una gran capacidad y experiencia para hacer las cosas, lleno de virtudes, quien pensaba muy bien para actuar y hablar y al que nadie le oyó expresar jamás una mala palabra. Considerado como un hombre serio, honrado, correcto, estricto, sabio y muy prudente sobre todo, capacitado para realizar cualquier obra pero eso si bien hecha; no le gustaba la mediocridad y era muy amigo de la excelencia.

Me comentaba Rey como le digo a su hijo mayor que su Papá fue un Padre abnegado y solícito para todo, amante de las sanas costumbres, al que le fascinaba hablar de política y sobre todo de su Partido Conservador a este amaba con todas las fuerzas de su corazón, tuvo el honor de ser amigo personal del Dr. : Álvaro Gómez Hurtado, de ahí que era un Alvarista de tiempo completo.

La verdad que su almacén tenía su nombre bien puesto, en él se encontraba de todo un poco, una pala, un martillo, una carretilla, pinturas, sombreros, papelería, anilina, productos eléctricos y veterinarios, en síntesis era una verdadera miscelánea.

Mi tío también sabía medir un terreno, lo que antes le decían cubicar. Compro’ una finca en la vía que conduce de La Paz a Manaure a la que llamó : Pereira, su hijo y sus nietos hoy todavía la conservan. Adquirió su primer carro un Nissan Pat rol de color azul con blanco por valor de $ 550.000 y siempre lo conservó impecable, parecía nuevo.

Los cheques siempre los giraba a 45 días, para nunca quedar mal, pues la responsabilidad para Él era una verdadera prioridad. Consumía a menudo los jugos de manzana y zanahoria, eran sus favoritos.

Que feliz me sentí realizando esta Crónica, recordando a este valioso hombre digno representante de mi Familia, Dios te debe tener a su diestra pues fuiste un hombre bondadoso y muy servicial, descansa en Paz mi queridísimo tío Maurio como todos le decíamos por Cariño.



Con gran afecto y cariño les escribió:




BLOG DEL AUTOR:
 José Jaime Daza Hinojosa
“El Juntero Futurista”

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