sábado, 1 de abril de 2023

CRÓNICA. MOISÉS ANTONIO FONTALVO ESCORCIA

 


MI CRÓNICA SABATINA

Dr. JOSE JAIME DAZA HINOJOSA

Valledupar, 1 de abril del 2023

Hoy exaltando a un Tomasino: Generoso, Humilde, Agradecido, Humanista, Biólogo, Químico, Altruista, Solidario, Estudioso, Integro, Fiel, Educador, ah…. Y no comulga con la corrupción, es el presidente de la asociación de pensionados de su Municipio Santo Tomás Atlántico, un ser humano comprometido, entregado, el que a cualquier obstáculo que se le presenta le encuentra una solución, ambientalista, se da la pela con cualquiera para evitar que corten un árbol, defensor de la naturaleza, consejero como ninguno, empedernido lector, un licenciado repleto de conocimientos, al servicio de la humanidad.

MOISÉS ANTONIO FONTALVO ESCORCIA

Es nativo de un hermoso Municipio del departamento del Atlántico, ubicado en la ribera del río Magdalena, conocido por su batalla de flores, y su particular conmemoración de la semana santa, su nombre es Santo Tomás, parte oriental del Departamento, precisamente en su cabecera Municipal un 18 de abril del año 1949, nace este ecuánime, justo, y caritativo personaje, en el hogar que conformaron: Antonio Fontalvo Salcedo y Delia Escorcia Truyol.


Tiene cuatro hermanos: Edith, Dimas (fallecido), David, y Jacob. Su infancia transcurrió, en su tierra natal con grandes dificultades en torno a los escenarios donde la pobreza crea límites y muchas restricciones, desde niño le tocó vender fritos, carne, cocadas, bollo limpio, su madre era madrugadora, compraba y vendía pescados y Moisés por ser el mayor de los varones, le correspondía ponerle el pecho a la brisa y salir a expender todo aquello, para ayudar en la obtención de recursos que contribuían a la subsistencia de la familia, viajaba a lomo de un burro, sentado en la angarilla, donde colocaba dos cajones para traer los pescados que su madre compraba en la ciénaga de Santo Tomás que pega con el río Magdalena, allí llegaban los pescadores con sus canoas repletas de peces y los comercializaban.

Su padre, un agricultor sin títulos de tierra, sembraba y cultivaba, en terrenos prestados o arrendados. Practicó el futbol, voló cometas, y sabía hacerlas, era feliz escuchando una bella canción vallenata de Freddi Molina que se llama los tiempos de la cometa, otra recordando mi niñez, esos lindos clásicos al escucharlos le dan muy duro y llora con ellos, igual que una del compositor Marciano Martínez titulada pobre infancia.



Sus estudios de primaria los hizo en una de las escuelas de su pueblo llamada Antonio Nariño y el bachillerato en el Colegio Oriental, obtuvo su diploma de secundaria en el año de 1970, en su Santo Tomás del alma. Intentó ingresar a la Universidad del Atlántico de la ciudad de Barranquilla para estudiar Biología y Química, los primeros años no pudo hacerlo, era muy difícil, los exámenes complicados, la competencia era desleal más que todo a nivel político, la política dice el profesor Moisés ha ejercido a nivel de todo el país una influencia de manera alarmante y ha hecho que incluso grandes talentos se hayan desperdiciado por falta de oportunidades, utilizó su perfil de deportista para poder entrar, por allá por el año 1972, estudió dos semestres en dos años, pues la Universidad permanecía más en huelga que en clases, y optó por retirarse por falta de garantías para los estudiantes, la policía se metía a enfrentarse con los alumnos y varias veces hubo muertos en esas asonadas horribles.

Me alejé de eso y a solas meditaba cuál iría a ser mi futuro, cualquier día dialogando con un primo hermano llamado Jose Darío Sarmiento Reales quien culminó sus estudios en la Universidad Libre, le exprese que deseaba irme, en busca de nuevos horizontes, pues mi entorno estaba oscuro, turbio, y necesitaba terminar mi carrera y convertirme en profesional.

En el año 1975 resolví emprender viaje para Bogotá, me llevé la certificación de los dos semestres que había hecho, llegue a la sede de la Universidad Libre, sector del bosque popular, no reconocieron nada de los semestres estudiados, me tocó arrancar de cero, me matriculé en la jornada nocturna, para poder rebuscarme en el día.

La cosa en verdad está trabajosa, pase por muchas necesidades, en una ciudad tan grande donde no se tiene sustento se vive supremamente enredado, es algo muy complicado, son como pruebas que la vida le pone a uno para ver que temple tiene la persona, el débil y cobarde se queda o se degenera en vicios y hasta se suicidan algunos o se vuelven delincuentes, me enfrenté con el frío y el hambre, pero estaba decidido a salir adelante contra vientos y mareas, la bondad de Dios es inmensa y envía ángeles, me encontré con un costeño cuyo nombre es: Alfonso Madtorel Pacheco que vivía en la fría capital, el encuentro aconteció en una cancha de microfútbol, me pregunta que haces por aquí, Moisés le cuenta el calvario que está viviendo, y su ángel le responde, bueno le tengo un trabajo de mensajero en una constructora, El Pinar era su nombre donde Yo trabajo para que inicie mañana mismo, el hombre le regaló hasta los pasajes para asistir a la entrevista el día lunes.

Moisés cerraba los ojos y solía decir para sus adentros Dios existe, esto es una verdadera muestra, no es mucho, pero sé que le va a servir, le dijo su benefactor, quien era contador público de profesión. Cuando inicié a trabajar me cambio la vida, ese salario me solucionó casi todo, ya contaba con los medios para comer, transportarme y pagar un arriendo.



En el último año de estudios en la capital del país conseguí un trabajo como profesor, en el Instituto Tabora de Bogotá, el salario era de $4.000 mensuales y eso era plata, en ese tiempo, me alcanzaba hasta para tomarme unas cervecitas de cuando en vez. Culminé mi carrera el 18 de diciembre de 1979, regresé a mi pueblo a mostrarle con orgullo el diploma de licenciado en Biología y Química a mis padres, pensaba retornar en enero a trabajar y a realizar una especialización en la Universidad Nacional de Bogotá, también tenía unos compañeros que me estaban invitando a que nos fuéramos para España; analizando y meditando de cuál iba a hacer mi futuro, reposaba en mi barrio que se llama la media tapa, porque era la última cuadra del pueblo, cuando pasa frente a mi casa un amigo que hacía tiempos no veía y charlando con Él, me comenta que cerca de su casa llega una señora que trabajaba como coordinadora en un Colegio de San Juan Del Cesar La Guajira, me encontré con la mencionada señora, y me dijo que precisamente en el Colegio El Carmelo de San Juan Del Cesar donde trabajaba estaban requiriendo un profesor de Química, pues el que estaba había renunciado.

En el año 1980 hace su arribo el profesor Moisés al Departamento De La Guajira, nombrado de tiempo completo en el Instituto Departamental El Carmelo de San Juan Del Cesar, dirigido por las hermanas Carmelitas, llegó con una pedagogía apropiada, su lema era enseñar, educar, más no rajar ni atrasar a nadie, venía de una escuela del sacrificio, y entendía claramente que al estudiante hay que exigirle si, pero motivarlo e incentivarlo también, se encontró con una diversa población educativa la mayoría de estrato 1 y 2 que venían de las veredas a prepararse en busca de un mejor futuro, llegó un grupo de licenciados Barranquilleros la mayoría, entre otro Jorge Manzur, Libardo Caldera, quien solo laboró un año y lo sucedió Néstor Suárez, también llegaron las licenciadas Astrid Rosales, Cleotilde Celin, Jairo Celemín, quien murió muy joven de un infarto al miocardio, a Él lo reemplazo Carlos González hermano del hombre caimán, quien falleció hace poco, Juan Bautista Díaz y la seño Gladis también llegaron; en ese tiempo en La Guajira existía una violencia tremenda, estaba la contra Guajira que llamaban en pleno apogeo, se vivía la bonanza marimbera, circulaba mucho dinero, el billete que estaba de moda era el cafetero que le decían, de $200. Recuerdo una anécdota que me pasó en la oficina de la caja agraria de San Juan, fui a cobrar un cheque de $800 y un cajero de apellido Carrillo no me quiso atender pues estaba contando un saco de tres rayas repleto de billetes de $200, atendía a una señora apellido Mendoza, que compraba y vendía la famosa marimba, no tengo tiempo para cambiar esos chequecitos le dijo; se enfrentaban varias familias los Maestre, los Rois y los Mendoza, mi experiencia en San Juan fue en verdad interesante y fructífera, la casa que tengo la inicie a construir con lo que me gane allá, recuerdo a muchos estudiantes, entre otros a Armando Núñez, Walter Mendoza, Hernán Urbina Joiro, Luis Egurrola, Jaime Leandro y Cesar Hernán Sierra etc. En agosto de 1984, después de pensarlo y estudiado mucho pues ya me habían quedado mal varias veces los políticos de mi tierra, aprovechando que un grupo de profesores bastante mayores se pensionaron y surgieron vacantes, conseguí que me nombraran inicialmente en Barranquilla, en un pequeño colegio descuidado donde en verdad no me adapte, viniendo de tan prestigioso y disciplinado colegio como El Carmelo, no me hallaba en este tan desordenado, con estudiantes renuentes y rebeldes, mi hermano Dimas me informa que en un pueblo cercano al mío que se llama Palmar De Varela estaban requiriendo un licenciado en química y con su ayuda conseguí el traslado, en este colegio me amañé y trabajé durante 30 años consecutivos.



Mi queridísimo profesor Moisés, contrajo matrimonio el 16 de enero de 1982, con una hermosa e inteligente educadora, se llama Inés Aminta Salas Pérez, licenciada en Biología, y Química, especialista en educación ambiental, tienen tres hijos: Moisés Enrique, médico especialista en pediatría, Diana Carolina es ingeniera en sistemas, especialista en proyectos, y la vejé se llama Inés Aminta Fontalvo Salas, es cosmetóloga, fuera del matrimonio le nació Marcial Fontalvo Pérez, contador público.

ASPIRÓ A LA ALCALDÍA: En una oportunidad aspire a convertirme en Alcalde de mi Municipio Santo Tomás, pero pude palpar y convencerme de que la política es algo sucio, y quien no tenga dinero por montón difícilmente llega, pues la gente en Colombia se acostumbró a vender el voto, tiene esa cultura, no les interesa el desarrollo y tampoco valoran a las personas por sus capacidades sino por el dinero que posee, probé el tema, y la verdad no me funcionó, me di a conocer simplemente, gracias a Dios en mi bendita tierra gozo de una gran admiración, me pensione lo digo con orgullo gracias a que trabajé en El Carmelo en 1980, me gané dos pensiones, tengo ese privilegio que solo tienen los que laboraron del 80 para atrás; he sido directivo sindical del magisterio en el Atlántico, me desempeñe en varios cargos en la junta municipal de la educación.

La experiencia vivida en Bogotá en reiteradas ocasiones la compartí con mis alumnos y cada vez que podía les recalcaba en el salón de clases, una frase que dice: “SOY AFORTUNADO, NADA ME HA SIDO FÁCIL, filosófica frase de la autoría de Sigmund Freud; no me canso de darle gracias a Dios por la bendita oportunidad que me dio de ser docente, en estos casi 40 años de educador conocí mucha gente, palpé la verdadera realidad del país: “el hambre” y como salir de ella, allí radicó mi tarea revolucionaria, y en mi región, en las agremiaciones políticas de mi Municipio fui criticado muchas veces pues me trataban de indignado, izquierdoso, comunista, socialista, y no es así, Yo siempre luché y seguiré luchando por combatir las injusticias, estén donde estén, en pocas palabras soy un Demócrata defensor de la justicia social, y complementa: las desigualdades son las generadoras de violencia, mientras la gente humilde no tenga oportunidades, no hay paz, agradezco a MI CRÓNICA SABATINA, por esculcar personajes con sus valores, para que le sirvan de un referente a estas generaciones que hoy emergen y nacen en medio de los antivalores, pues se ha perdido algo bonito y trascendental “El Respeto”, pilar fundamental de la sociedad, si no existe la colectividad queda al vaivén, sin estructura, la verdadera historia de la humanidad debe estar basada en el respeto, lo dijo un expresidente de México, Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno, es la Paz”, mientras no haya una clase dirigente con un sentido humano, vamos a tener las cárceles llenas y muchas veces llenas por injusticias, otra frase clave “El trabajo dignifica al hombre”, nos confiesa el profesor Moisés que se considera un empedernido lector, al año se lee 25 libros, dos libros mensuales, de allí proviene esa sabiduría y entendimiento que lo caracteriza, su prosa es erudita con sapiencia y prudencia infinita; los jóvenes actuales en su mayoría solo saben de tecnologías, redes sociales, celulares, tablets y computadores se circunscriben a eso, a mí me tocó hacer un curso de un año, para aprender un poquito, de esa bendita tecnología pues tampoco me podía quedar rezagado.

ANÉCDOTA: Recuerdo como si fuera hoy en plena clase de Química, nuestro querido profesor Moisés nos decía a sus alumnos: muchachos y muchachas mucho ojo con una enfermedad que viene de Europa y Los Estados Unidos, se llama: SIDA, lo escribía en el tablero con tiza roja, significa: Síndrome de inmuno deficiencia adquirida, ojo, ojo, no han encontrado remedio para ella y está matando mucha gente, eso fue allá por los años 1983 y sus palabras fueron proféticas, llegó a Suramérica y ha exterminado miles de personas.

MEJORES AMIGOS: Carlos González (fallecido), Armando Núñez, Néstor Suarez, Isidro Petit, Dimas Fontalvo (Fallecido), Orlando Caballero Mejía, y Félix Gutiérrez Cueto.

Preguntamos al abogado penalista Orlando Caballero, sobre el Profesor Moisés y esto nos dijo: Moisés para mí es un primo hermano muy querido, que admiro, y respeto mucho por sus excelentes dotes, nacido de una pareja humilde y campesina, desde temprana edad dio muestras de estudioso y consagrado a sus ambiciones, con pocos recursos salió adelante, logrando convertirse en un respetado licenciado en Biología Y Química, laboró por 4 años en el Colegio El Carmelo del Municipio De San Juan del Cesar y dejo una gran imagen, no lo querían dejar venir, buen hijo, excelente padre de familia, íntegro y fiel esposo, respetuoso, leal hermano, probo e intachable amigo, consejero y analítico.

Por su parte, Félix Gutiérrez Cueto, otro sincero y cordial amigo del Profesor, nos expresa: Para mí Moisés Fontalvo es una persona muy familiar, honesto, sincero, carismático, tolerante, comprometido, extrovertido, es mi norte, me enseña el camino correcto y jamás permite que tome atajos, amigo incondicional, al que quiero mucho, con gran sentido de pertenencia, es ejemplo para la sociedad Tomasina, sus alumnos lo quieren y recuerdan siempre a la asociación de pensionados en verdad le ha aportado sapiencia y altura.

RECONOCIMIENTOS: A estas alturas de la vida, con 73 años cumplidos, ninguna institución, ni Municipio lo ha hecho y la única persona que se ha dignado hacerme un reconocimiento, abierto, espontáneo, sincero, es usted: Jose Jaime Daza Hinojosa, del cual estoy altamente agradecido, lo reconozco públicamente, gracias por tener en cuenta a este humilde educador, que siempre ha pensado que La Guajira, esa región tan hermosa y rica, debería ser uno de los pilares más dignos del desarrollo de Colombia, por su gente, sus riquezas y por supuesto por su folclor inconmensurable, le reitero mis afectos.

La música preferida de nuestro invitado es la vallenata, y su cantante predilecto: Tomas Alfonso Poncho Zuleta, con las melodías que canta este artista, degusta sus cervecitas, y un buen trago de wiski.



ANÉCDOTA CON LA HERMANA ISABEL: Cuando mi entrevistado de hoy presentó su carta de renuncia en el Colegio El Carmelo de San Juan Del Cesar La Guajira, en agosto de 1984, fue convocado de manera urgente a la rectoría, la Hermana Isabel, le tenía una contra propuesta, como quien dice un jaque mate al profesor Moisés, le dijo vea profe no se vaya, acá lo queremos mucho, si el problema es su esposa, le ofrezco trabajo a Ella también, de tiempo completo y con horas extras adicionales, tráigasela para San Juan, el profe quedo tentado, y hasta lágrimas brotaron de sus ojos, pero se mantuvo firme, la tierra llama, y la familia mucho más, renunció con un dolor en el alma, y su viaje de retorno a Santo Tomás, fue triste, compungido por abandonar a sus muchachos del Carmelo y al pueblo de San Juan en general, que lo acogieron como a un hijo nacido de sus entrañas.

Pedagógica, y catedrática crónica, esta semana enalteciendo a un licenciado de la Biología y la Química, respetuoso, comedido, cortés, al que le tocó enfrentar muchísimas dificultades, en su infancia, adolescencia y juventud, pero las supo sortear, tenía claro cuál era su horizonte, y consiguió con empeño y perseverancia llegar a Él, fue mi profesor de Química en quinto y sexto de Bachillerato en el inolvidable colegio el Carmelo De San Juan del Cesar La Guajira, pero no se ceñía solamente a su materia, pues también nos inculcaba valores, infundía respeto, confianza y admiración, es de aquellos seres humanos que dejan huella a donde llegan, en San Juan se hizo querer de compañeros de trabajo, directivos de la institución, estudiantes y de la comunidad en general, conformó una preciosa familia, la que es ejemplo de la sociedad Tomasina, suplico a nuestro Dios todo Poderoso, nos los preste por muchos años más, pues su conversación es agradable, amena y colmada de sapiencia, fraterno y afectuoso saludo profe, que siga pechichando y orientando a sus preciosos nietos, quienes son su debilidad.



“LA REPUTACIÓN ES LO QUE LOS DEMÁS SABEN DE TI. EL HONOR ES LO QUE TU SABES DE TI MISMO”.

  • Con Entusiasmo, Pundonor e Hidalguía, transcribió y difundió para todos:
  • Dr. JOSE JAIME DAZA HINOJOSA
  • “El Juntero Futurista”

♦♦♦

BLOG DEL AUTOR: JOSE JAIME DAZA HINOJOSA

No hay comentarios:

Publicar un comentario