Mi Crónica Sabatina – Valledupar 27 de Noviembre del 2021
Hoy homenaje a un Tocapalmero, Lagunitero : Bilingüe, Máster en Ingeniería, Estudioso, Mesurado, Dedicado, Meticuloso, ah……. Y Defensor apasionado de la Fauna y la Flora de su entorno:
MISAEL DE JESÚS GUERRA LOPEZ
Nació en la Cepeda Jurisdicción de Tocapalma pegadito a Lagunita, Municipio de Sanjuan del Cesar La Guajira un cinco (5) de enero de 1944; laboró junto a su Papá y a sus hermanos toda su niñez, aprendió todo lo referente al campo : limpiar un cultivo de yuca, de maíz o de frijol, también le tocó lidiar el ganado; fue primero enrejador de las vacas que ordeñaba su hermano Víctor y luego ascendió a ser el ordeñador oficial pues su queridísimo hermanito decidió volarse de su casa en busca de mejores horizontes, por sustracción de materia inmediatamente ocupó ese lugar.
Sus Padres son: Víctor Guerra Gutiérrez y Luisa López Brochero; de esta fructífera familia nacieron 16 hijos, la mayor fue Elsa, también están Víctor, Misael, María Cecilia, Lourdes ya muchos han fallecido.
Inició sus estudios de primaria a los 10 años; así se acostumbraba en esos tiempos, los niños ingresaban ya casi adolescentes a los salones de clases. Cuando sus padres decidieron enviarlo al colegio él aula de clases estaba en Tocapalma y la familia Guerra López estaban residiendo en Lagunita, son estos dos caseríos en verdad dos pueblos hermanos y sólo los separa el río San Francisco o como dicen hoy día el playón de arena, pues son pocos los meses del año que corre sus dulces aguas.
En su desempeño como ordeñador oficial permaneció aproximadamente dos años, su hermano Víctor se había radicado en la ciudad de Valledupar Cesar, en una oportunidad lo fue a visitar en plena celebración de la Semana Santa, el viaje le tomó dos días, a pesar que lo hizo en el lomo de un burro (asno) que le prestó su padre para dicho viaje, para Él fue algo majestuoso, presenció las fiestas de Santo Eccehomo y quedó fascinado, decía mentalmente Yo también me voy a volar, este es otro ambiente, otra vida, en Diciembre como tarde pondré en acción mi plan de fuga; contaba con el apoyo de su hermano Víctor, pero el obstáculo era la comunicación, la cual era difícil, no existían teléfonos y las cartas demoraban por llegar a sus destinatarios hasta dos meses.
Viviendo en Lagunita Misael asistía todas las noches a las clases de matemáticas que impartía el profesor : Nicolás Camilo Díaz (a pesar que había hecho sólo hasta quinto de primaria), era un excelente profesor, desde ese momento Misael le tomó cariño e interés a esta bonita materia que es tan difícil y agreste para muchos, El sentía que se le facilitaba; asistía por las noches pues en el día pasaba ocupado con su padre realizando labores del campo; por varios años llevó la contabilidad del cultivo de algodón a que se dedicaba su padre con mucho esmero en aquel tiempo.
Una noche de diciembre su papá lo llama parar encomendarle una tarea, le dice: Misael mañana temprano Ud. debe ir a Sanjuan del Cesar en busca de unas provisiones, ese viaje se realizaba en burros o algunas veces en un camión de un señor al que todos llamaban Titico, se debía dormir en Sanjuan para poder venirse madrugado con el mencionado señor.
Misael por aquella época se encontraba un poco molesto y aburrido por su situación, era la misma rutina todos los días, su padre pareciera que lo hubiera comprendido y es cuando le comenta : oiga joven preste atención, le estoy buscando un cupo en un colegio privado qué hay en Villanueva la Guajira, para que culmine su primaria e inicie el bachillerato, cuando mi homenajeado de hoy escuchó aquellas palabras, los ojos le brillaron e inmediatamente se entusiasmó y cambió de pensar, fue a Sanjuan trajo las provisiones y a los tres días viajó a Villanueva, su gran profesor de Matemáticas Nicolás, le consiguió una certificación como si hubiera cursado hasta cuarto de primaria. Llegó al Colegio Santo Tomás de Villanueva, uno de mejores de la región, dirigido con mucho temple por el profesor Rafael Antonio Amaya, lo matricularon en quinto grado. Dicho profesor todos los sábados hacía exámenes orales y de acuerdo al nivel académico así distribuía a sus alumnos en siete (7) filas, eran 43 estudiantes que cursaban quinto, los que estaban en fila # siete (7) eran los peores estudiantes y desde el mes de febrero hasta Abril que salieron a vacaciones por motivo de Semana Santa, Misael estuvo en la mal querida fila # siete (7) donde se ubicaban los estudiantes con más bajo nivel académico, El justificaba aquello en el hecho de no haber realizado sus grados normales de primaria, pues su estancia en los salones de clase había sido muy pobre por no decir que nula, su fuerte eran las matemáticas, en español, historia y geografía andaba grave. En sus días de vacaciones de Semana Santa charlaba con sus padres; me va tocar devolverme para cuarto, pues no he podido salir de la fila número siete de los malos; pero el Jueves Santo ocurrió algo especial, se fue a meditar a un cerro que llaman el cerro de las cabras aledaño a Lagunita, y a pleno medio día, eso que se consideraba un pecado, pues el jueves y el viernes santo son días de oración y recogimiento, pues le llegó un mensaje divino, y comenzó a decir en voz alta Yo puedo, y repetía Yo puedo sacar adelante el quinto de primaria, era como si el Espíritu Santo le hubiese iluminado y le ordenaba llenarse de confianza y seguridad, repitió muchas veces Yo puedo, así como he trabajado, he ordeñado, he cortado leña, he cazado conejos, cauqueros y venados, he montado burros, mulas, yeguas, y caballos, pues también puedo estudiar y salir adelante, claro que Si puedo. Lo cierto fue que aquella meditación le sirvió mucho a Misael y sintió como un hálito, como si una iluminación de lo alto le hubiera penetrado; tanto así que cuando retornó a clases comenzó a mejorar su nivel académico, enseguida pasó a la fila seis (6), a la cinco (5), y ya casi para salir a vacaciones de mitad de año a nuestro querido Misael lo habían evaluado y por su buen aprovechamiento lo habían ubicado en la fila número dos (2), cerquita de los excelentes. Cuando regresó de vacaciones ingresó triunfalmente a la fila número uno (1) donde estaban precisamente los siete (7) mejores alumnos del curso quinto.
El profesor Rafael Antonio Amaya quedó sorprendido y lo llamó, le pregunta, oiga jovencito y Ud. de donde es? Misa contesta : de Lagunita, oiga y como así que su nivel ha mejorado tanto, explíqueme, que habrá en ese pueblo, y grito en voz alta, bueno muchachos vamos a programar un paseo a Lagunita a ver qué hay allí, si se nos pega algo, y así lo cumplió en el mes de septiembre el director organizó un día campestre y llevó a todos los estudiantes de quinto año a conocer aquel paradisiaco pueblo, la patria chica de Misael de Jesús ese alumno inteligente que llegó a su colegio, el padre de Misa mató cinco (5) chivos y sacó unos veinte (20) palos de yuca para atender como reyes a aquellos invitados especiales, el paseo se desarrolló a orillas del río San Francisco y fue una jornada para nunca olvidar, disfrutaron de lo lindo, los alumnos y profesores de quinto de primaria del Santo Tomás de Villanueva, el comentario era como un adolescente pueblerino, que no había hecho la primaria completa, solo por retazos, le estaba dando sopa y seco a los mejores estudiantes del Santoto y se encontraba situado dentro de los siete (7) mejores estudiantes de la competida fila número uno (1).
Terminó su primaria en ese gran colegio privado que también poseía internado el famosísimo Santo Tomás de Villanueva; de allí toma rumbo a Valledupar capital del departamento del Cesar a estudiar su bachillerato en el prestigioso Colegio Nacional Loperena; presentó su examen de admisión junto a 130 estudiantes y ocupó el honroso puesto número 25, cuando llegó a esta institución ya contaba con 18 años, el grupo de alumnos de primero de bachillerato como eran muchos los dividieron en tres cursos, 1A, 1B y 1C, como Misa era de los de mayor edad lo ubicaron en el C; allí comenzó la gran aventura de sus estudios secundarios en aquel colegio apetecido por todos el gran Loperena, eso fue en el año 1962; el estudio era muy competitivo y sobresalían los mejores ya en cuarto solo quedaban dos cursos 4A y 4B y en quinto y sexto solo llegaba la excelencia un solo grupo 5A y 6A, a ese pódium no llegaba cualquiera.
Misael comenzó a conocer el universo, a través de la materia ciencias, a empaparse de gramática, de historia y geografía, cátedras que apenas había conocido en quinto de primaria, pues El sólo conocía de matemáticas y nada más.
En 1967 se gradúa de Bachiller con honores en el prestigioso Loperena, fue reconocido por profesores y compañeros como uno de los mejores.
En ese importante momento de su vida hace su aparición una persona que los marcó tanto a Él como al resto de compañeros, un versado conocedor que durante más de seis (6) meses les dictó charlas de orientación profesional, su nombre : Orlando Velásquez, su misión era direccionarlos, aconsejarlos, de cómo ir a estudiar una carrera profesional, como llegar a la universidad; el hombre había vivido en los Estados Unidos, su profesión era bacteriólogo, oriundo de Barranquilla, llegó a prestar una especie de asesoría académica a los estudiantes de sexto de bachillerato, fue un orientador un guía para aquellos novatos estudiantes que no tenían claro su futuro, ni qué carrera iban a estudiar; dentro de las propuestas que este culto asesor les presenta, hubo una que los dejó a todos atónitos, les sugería que se fueran a estudiar a los Estados Unidos, los que deseen y puedan, comentaba Yo estuve allá y es un país con un altísimo nivel académico, a Misael lo primero que se le ocurrió decir fue, miren a este dizque nos vayamos para Estados Unidos, como se le ocurre proponernos algo así, Yo que vengo de Lagunita un pueblo tan pequeño, acostumbrado a transportarme en burro y de a pies imagínense a pasar a la nación más poderosa del mundo a viajar en aviones y trenes, lo veo complicado, en esta región se conocía muy poco de ese país, por las emisoras de onda corta era que medio se enteraba uno de algo y en la guajira y el cesar, se sintonizaba era a radio libertad de Barranquilla y a radio Guatapurí de Valledupar; pero el hombre fue insistente y logró convencer a 12 dentro de ellos estaba Misael, comenzaron a hacer diligencias de pasaporte y a reunir dólares, se proyectaron para irse para el país de norte, un sueño difícil más no imposible.
Orlando Velásquez le ayudó a tramitar los documentos, sacaron pasaporte de turistas no de estudiantes pues salía más rápido, compraron el pasaje de ida y se llevaron unos cuantos dólares, ninguno era hijo de padres acaudalados; a los padres de Misael les dio duro enterarse que su hijo se iba para lejanas tierras, pero si era para superarse lo aceptaban, por ellos su papá vendió varios semovientes ( vacas y terneros ) y le ayudó, Misa también tenía unos ahorros pues había trabajado en temporada de vacaciones en una finca por la región del Cayado, como pesador de algodón, el cultivo era de propiedad de don Manuel Germán Cuello Gutiérrez, quien también le colaboró con recursos para aquel crucial viaje; en ese momento un dólar costaba dos pesos colombianos. Desde Valledupar viajaron en un avión de la empresa Aero cóndor hasta Barranquilla, al llegar allá debieron esperar dos (2) días para emprender el anhelado viaje, el vuelo salió a las 4 pm rumbo a Miami Florida, durmieron en Miami y al día siguiente a las 10 pm tomaron un nuevo vuelo rumbo a la ciudad objetivo Chicago, llegaron a eso de la 1:30 am, gracias a Dios Orlando viajó con Ellos y fue su mano derecha y guía permanente, su padrino de aventuras. Llegaron un dos (2) de febrero del año de 1968, en pleno invierno, siquiera que en Miami se habían provisionado de ropas y botas aptas para el frío, al bajarse del avión, Misael sintió como si estuviera caminando los playones del Río San Francisco de Lagunita, pero esta arena era blanca, suave, no era arena era nieve, hielo colado, un paisaje, una experiencia jamás vista e irrepetible.
Se ubicaron con la ayuda del padrino de viaje e iniciaron una nueva vida, con una cultura diferente y avanzada. Comenzaron la odisea arrendando un apartamento al que bautizaron la pocilga, en el vivan diez (10) personas en sobrecupo, pues era muy pequeño, lo que ayudaba era que en los Estados Unidos se trabaja las 24 horas y tenían turnos diferentes de 8 horas unos de 7 am a 3 pm, otros de 3 pm a 11 pm y otros de 11 pm a 7 am eso ayudaba a acomodarse. Unos trabajan en fábricas de materiales de construcción, algunos lavaban loza en restaurantes, otros meseros, etc., Misael consiguió trabajo en una fábrica de chocolates, ese fue su primera experiencia en Chicago la ciudad de los vientos y la más grande del Estado de Illinois Estados Unidos, allí se ubicaron cuatro de los que viajaron juntos, Misael laboró allí durante cuatro meses, luego se trasladó a una fábrica de componentes de maquinaria y mientras laboraba en estas empresas estudiaba inglés intensivo cuatro horas diarias, aparte de las tareas y actividades que debía realizar, así lo hizo durante tres semestres, año y medio al cabo de dicho tiempo don Misael aplicó para estudiar en una universidad, debería escoger una carrera y desde el bachillerato en el Loperena decía que quería ser ingeniero, le gustaba la Mecánica y la Eléctrica, ósea la tenía clara, en colegio de Chicago inició clases de matemáticas y otras materias relacionadas con la ingeniería ( look college) más tarde ingreso a la universidad en Chicago.
Estudio su pre grado lo terminó y luego hizo un grado Master, como fue excelente alumno, lo nombraron monitor de clases y auxiliar de profesores, es entonces cuando pasa a ser profesor de los estudiantes de primer y segundo semestre de su fuerte matemáticas, se volvió un duro con el inglés lo hablaba y escribía a la perfección, eso fue su herramienta primordial para defenderse en el país del Norte. Lo exoneraron del pago en la Universidad de Chicago, no pagaba un solo dólar, por su buen desempeño, más bien le pagaban, allí comenzó a devengar por las cátedras que impartía a los primeros semestres. En esas lides permaneció tres años el master son dos años y logró sacar su título como ingeniero master, un logro que cantidad de americanos residentes anhelan, no cualquiera alcanza desarrollar un programa tan complejo y con las excelentes notas como lo hizo don Misael Guerra López; captó el idioma inglés de una manera rápida y eficiente, con tan altos dividendos que se convirtió rápidamente en profesor de la carrera de ingeniería de los estudiantes principiantes.
Sus demás compañeros la mayoría estudiaron carreras relacionadas con la medicina, recuerda a Basilio Padilla, Lorenzo Padrón, que estudió administración, Adalberto Campo Ortiz de Distracción, la mayoría son médicos especialistas, muchos se radicaron en los Estados Unidos y otros van y vienen.
Misael conoció muchas mujeres hermosas entre ella una rusa y una Mexicana con quien tuvo su primer hija.
Vino una vez de vacaciones a Valledupar y se enamoró perdidamente de una mona del barrio Cañaguate, igual que el maestro Escalona, retorno a los Estados Unidos, pero su traga por la mona lo hizo regresar. Le dijo a la rusa que tenía una oferta en las islas de caribe y que la iba aceptar. En 1979 regresa a Colombia después de haber disfrutado como ninguno de los grandes avances del gran país Americano.
Con la mona del Cañaguate tuvo un hijo al que bautizó Maicol Guerra Uribe, vive en Valledupar y estudió ingeniería de sistemas. A su llegada a Colombia laboró en Corelca en el montaje de plantas térmicas, estuvo en termo Barranquilla, Termo Cartagena y termo Guajira; trabajó allí tres años, luego recibió una oferta que analizó y aceptó se la hizo la empresa Carbones del Cerrejón, inició en el área de entrenamiento en 1982 en una ocasión Cerrejón lo seleccionó dentro de sus trabajadores para que por 9 meses asistiera a una mina de carbón a cielo abierto de los Estados Unidos y recibiera una capacitación en seguridad industrial minera, para que viniera a implementarla a sus trabajadores, en esta empresa trabajó 18 años 16 directos y dos como contratista, inició como supervisor de entrenamiento y culminó como supervisor mayor en esta connotada empresa.
Al salir de Cerrejón se radicó en Valledupar y fue profesor de la universidad popular del cesar en el área de ingeniería, luego estuvo en el sur del cesar más exactamente en La Jagua de Ibirico por un periodo de tres años laboró en la empresa Prodeco. Actualmente vive disfrutando de su pensión en la ciudad de los Santos Reyes, sus hobbies son la fotografía, visitar pueblos pequeños como Lagunita y Tocapalma a donde siempre va a recordar su niñez y a visitar su a su familia.
Se declara defensor de la fauna y la flora, no permite la poda de árboles ni el maltrato animal, es un amante ferviente de la naturaleza, le gusta la astronomía, y vive muy pendiente de los avances científicos, se describe como cuidadoso, perfeccionista y muy estudioso.
Que buena cátedra nos dio este humilde pero excelso personaje, que nació en un pequeño pueblo y desarrolló sus potenciales en el país más desarrollado, los Estados Unidos, habla el inglés tal vez mejor que el español, pues le tocó estudiarlo muchísimo. Un afectuoso Saludo don Misael, muchas bendiciones para Ud., que gran legado nos ha dejado, un verdadero ejemplo para la juventud, si uno quiere puede, Ud. lo demostró! Abrazos colmados de admiración y afecto para Ud.
Escribió :
BLOG DEL AUTOR: JOSE JAIME DAZA HINOJOSA
“El Juntero Futurista”
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